La mayoría de las veces las rebajas no son más que una excusa más para hacernos con algunas de las prendas más adoradas a un precio un poco más razonable (aunque no en todos los casos por desgracia...)
Las rebajas son una batalla campal, revoluciones en las calles, en los centros comerciales, tiendas arrasadas y personas cargadas de bolsas donde llevan el botín.
Este año no han sido mis mejores compras, la verdad que han dejado mucho que desear (aunque cabe decir que no me correspondían ya muchas cosas porque los Reyes se habían ido de compras antes que yo!) pero aún así, he sabido hacerme hueco entre las tiendas y he rescatado algunos tesoros:) me siento satisfecha, pero la batalla aún acaba de empezar. Señoritas pónganse los cascos ¡esto es la guerra del low cost! Sólo puede quedar una.
Este año, ya sea por la crisis o más bien por las ganas de hacer negocio, nos encontramos con unos precios bastante asequibles en algunos productos durante las Navidades, para facilitar la compra de los regalos de Reyes...pero esta estrategia ha resultado ser un poco engañosa, puesto que a la hora de empezar las verdaderas rebajas, nos hemos encontrado con verdaderos fiascos y unos precios vergonzosos...